Posee antioxidantes. Los antioxidantes son germen de vitaminas, minerales y fibra. Gracias a sus múltiples propiedades los antioxidantes retrasan el proceso de envejecimiento. Salvaguardan las células y tejidos frente a los radicales libres.
Protege al sistema inmunológico. El té posee alta cantidad de flavonoides y vitamina H que nos tienden una mano para que las defensas del cuerpo funcionen y de la misma manera, eluden el daño celular.
Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Previene la coagulación en la sangre que es una de las causas de accidentes vasculares y ataques al corazón. Aunque no hay una evidencia científica se ha demostrado que existe una relación entre el consumo de té y la disminución de aparición de estas enfermedades.
Ataca la anemia. El té es uno de esos alimentos incluidos en la lista para paliar el déficit de hierro.
Es diurético. Es un diurético natural que nos ayuda a la hora de eliminar toxinas de nuestro cuerpo.
Sin calorías. Si te estás cuidando y quieres bajar de peso el té es un buen aliado ya que al tomar la bebida caliente tiene un poder altamente saciante y por eso ayuda a eliminar la ansiedad por la comida.